Entre Memes, Ciencias Sociales y Feminismos o “El linchamiento de la mamá de Lía es reproducción de la violencia de género” (PARTE 3)

Yarlenis
6 min readSep 15, 2020

Por: Yarlenis M. Malfrán.

Necesitamos lentes profundas y múltiples para entender que cualquier análisis sobre la violación de Lía que derive en un enjuiciamiento moral sobre Irma, es un callejón sin salida y poco o nada contribuye a encontrar respuestas colectivas y políticas al tema del abuso sexual y a la violencia de género.

Creo que uno de los pasajes más verosímiles de la novela “El Rostro de los Días” ha sido la reticencia/incapacidad emocional, psicológica de la madre de Lía a reconocer que su pareja era un abusador sexual. Si en algo la novela ha sido cercana a la realidad es en este punto. Sé por experiencia propia y también por conocimiento científico y profesional (varios años trabajando colectivamente el tema de la violencia de género en un grupo de estudios, investigación e intervención como Equidad), que estas actitudes como la de la madre de Lía son más comunes y, por ende, humanas, que lo que reflejan los memes y las críticas que intentan demonizar a Irma. Hay perfiles psicológicos que explican características del abusador y de las víctimas, que son resultado de años de estudios de este fenómeno. Irma es también una víctima de violencia psicológica, por parte de René y no debemos trivializar eso tal y como lo hace este meme.

No estoy afirmando que la mamá de Lía actuó bien. Como tampoco diría que actuó mal, porque la cuestión es mucho más compleja que una simple individualización o moralización del asunto. Es necesario una comprensión estructural de esta cuestión. Cuando decimos que una cosa es estructural, eso no es solo una frase bonita, sino un potente lente de lectura. ¿Qué factores estructurales son los que condicionan que la mamá de Lía, así como miles de mujeres, se resistan a aceptar, reconocer que: 1) en su propia familia existe un abusador sexual, 2) que ese abusador sexual es su marido, y 3) que ha abusado contra su propia hija? Cuando coloco estas interrogantes estoy enfatizando, sobre todo, dos cosas:

1) Existe un margen de autodeterminación personal a nivel individual de la mamá de Lía y de todos los seres humanos, pero esto no nos puede hacer olvidar que nuestra subjetividad (deseos conscientes e inconscientes) es producida histórica, social y culturalmente, dentro de ciertas estructuras como el género y la familia. La mamá de Lía NO ES UNA EXCEPCIÓN.

2) La reacción de la mamá de Lía está moldada, condicionada por ESTRUCTURAS SOCIALES como LA MONOGAMIA COMPULSORIA y el modelo de FAMILIA en el que somos educadas. Para facilitar el análisis vamos asumir aquí que la monogamia compulsoria está íntimamente asociada con una idea de amor romántico compulsorio. Intentaré desentrañar también de qué modo la FAMILIA y algunas de sus narrativas compulsorias, constituyen también un sistema violento en sí mismo.

Observar a estos sistemas (GÉNERO Y FAMILIA) como estructuras violentas en sí mismas, me permite entender de modo más complejo[1] al personaje de la mamá de Lía. Remitámonos a todas las veces en que nos es inoculado, como si fuera un virus, que el amor romántico, casamiento y vida en pareja son no solo indicadores de éxito de la ida de una mujer, sino también “todo aquello que nos salvará”. Como decía en un texto anterior (PARTE 2), esta compulsoriedad hace que vivamos como fallo el no cumplimiento de esta profecía. Otras veces hace que nos agarremos (como a una tabla de salvación) a cualquier relación de pareja “en nombre del amor”. Es con base en esto que sostengo que el género es un sistema violento, porque fuerza, obliga a un tipo de sumisión de las mujeres. Es más, dentro de la banda sonora de la novela se recrea esta ideología, según la cual un hombre, un matrimonio equivale a la salvación de nuestra vida (a esto se refiere la monogamia o casamiento compulsorio)[2]

“Solo por ser la voz de tu silencio, suelo dejar señales en el viento” — Noten que la mujer sería por definición un ser silenciado, al que un HOMBRE y su propuesta de amor, vendría a darle voz –

puedo intentar borrar todo lo incierto, puedo hacerte una canción” -la promesa del amor romántico compulsorio se vende como una PROMESA DE SOLUCIÓN A TODOS LOS PROBLEMAS DE NUESTRA EXISTENCIA, Romeo y Julieta son niños de tetas, ay ay ay…

puedo enfrentar las furias y los miedos”-siendo así cancelen a los psicoanalistas, el amor nos salvará hasta de nuestros miedos, mamacita…

“puedo intentar cambiar tus desapegos, quiero ofrecerte TODO y nada tengo, solo un mundo para dos y mi amor será la cura de tus miedos, mi voz será tu luz y quizás tu luna cambie mas prometo que mañana será mejor”

* Noten cómo el amor romántico estructura nuestra subjetividad no solo para hacernos creer, desear — consciente e inconscientemente mis querides, ni todo deseo es del orden de lo racional mis amores, piensen en eso antes de apresurarse a linchar a Irma -, mantener (a toda costa) un matrimonio como promesa de salvación.

** Además de eso, la monogamia compulsoria impone una jerarquía entre la relación de pareja y otras relaciones como son los vínculos con nuestras amigas y otros familiares, y el abusador cuenta con esto, es un arma en sus manos. (Vuelvo al fragmento de canción de la novela: un mundo para dos y mi amor será la cura de tus miedos). Es por ello que, cuando los abusadores (como René alias “el Machi”) despliegan toda su manipulación para alejar a sus víctimas de quienes les pudieran alertar, a las mujeres no les parece tan ilógico, pues como dicta la ideología del amor romántico “el matrimonio es todo a lo que debemos aspirar”, lo primero y lo más importante, “un mundo para dos” donde las demás relaciones de afecto son secundarias, cuando no son hasta desechadas en nombre de esa unidad monolítica llamada pareja (¡¡¡Socorro!!!). Entonces entiendan que Irma se enfrenta a un dilema subjetivo, con todas las complejidades que eso tiene. Tildarla de ciega, mala madre no nos permite avanzar estrategias para combatir la violencia de género. Combatir la violencia de género tiene que ver con desmontar estas estructuras que construyen nuestra subjetividad para estar sometidas a las imposiciones de este modelo de amor.

*** Las narrativas que sacralizan a la familia también tienen un peso en esto. Una de las retóricas más recurrentes con la que crecemos es que los lazos de familia (tanto aquellos en los que nacimos como los que creamos) son inquebrantables, permanentes. A veces hasta se apela a una idea de sangre para minimizar la propia violencia que caracteriza a estos lazos, pensados bajo la lógica de la obligatoriedad. Este punto está un poco distante de la trama de la novela, pero piensen en todas las veces que adolescentes y niñas denuncian casos de violencia intrafamiliar y encuentran el descrédito de su propia familia y la retórica de: ¿cómo así vas a destruir a esta familia o la vida de este hombre diciendo que abusó de ti? No vayamos muy lejos, baste recordar el linchamiento que sufrió la Diosa cuando denunció la violencia que sufrió a manos del Tosco. ¿Cuántos no la deslegitimaron? ¿Cuántas personas le dieron crédito? Ahora imaginen cuando esto ocurre dentro de la familia y que, en nombre de la sacralización de esta estructura se impide o se frena la denuncia. Mientras sigamos pensando que la familia es a priori, ese lugar de los sagrado inquebrantable, estaremos reforzando el carácter violento de estos vínculos. La familia no es a priori, un lazo permanente e inquebrantable ni siquiera en nombre de la sangre, sobre todo si esos lazos (como muestran las estadísticas) son fuente de violencia.

Ciertamente Lía alertó a su mamá y es responsabilidad de los adultos como Irma crear espacios de cuidado y seguridad para la infancia, pero esto no comienza en Irma ni se reduce a ella. Crear un espacio de confianza y seguridad familiar pasa también por desmontar estas estructuras. Linchar a Irma es un callejón sin salida, porque la violencia sexual que practicó René contra Lía es forjada estructuralmente. La violencia psicológica que sufrió Irma a manos de René es también fraguada a nivel estructural y una de las condicionantes de su postura. Menos linchamiento y más estrategias colectivas y políticas para acabar con estos sistemas nocivos. Fin del comunicado.

[1] Cuando digo complejo no estoy desmereciendo otros análisis, estoy sobre todo apuntando que acá estoy apelando a una síntesis teórica y política que procede de una crítica al sistema de familia, a la violencia de género y al modelo de amor romántico en que somos educadas.

[2] Está aquí esta oda al amor romántico tóxico, salvacionista: https://www.youtube.com/watch?v=kdBE86UlDOE

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Yarlenis

Feminista. Doutora em Ciências Humanas (UFSC). Feminismos, Estudos de Gênero, Psicologia Social crítica.